LA INFLUENCIA Y EL DESARROLLO DE
LAS TICS EN LA EDUCACIÓN
Con
los avances tecnológicos promovidos en el siglo XX, se intentó incorporar,
desde el año 1970, las tecnologías en las escuelas británicas. En ese momento, “La educación se concebía como un elemento
indispensable en el proceso de "actualización de las habilidades" de
la fuerza de trabajo del futuro y una forma de garantizar sus probabilidades de
conseguir empleo” (Buckingham, 2008: 35). De esta forma, la tecnología era
presentada como el motor fundamental del cambio económico y social, y como la
solución a cualquier problema. Edith Litwin coincide con esto al afirmar que “Se le asignaba a la tecnología el lugar de
la resolución mágica de todos los problemas” (Litwin, 2005: 3). Es así, que su aplicación en la educación,
funcionaría como una respuesta directa a las exigencias de la economía moderna.
(Buckingham, 2008: 35-36). Se puede decir que en ese momento la función de las
escuelas era desarrollar en los futuros trabajadores las habilidades que
requiere el mundo de la empresa, mientras que las empresas proporcionaban el
software y hardware que posibilitaban el cumplimiento de esa función. De esta
forma, se concebía que por la simple introducción de las tecnologías a la
escuela, estas se convertirían “casi por obra de un pensamiento mágico, en
el camino más directo y efectivo para alcanzar la resolución de todos los
problemas de la educación” (Litwin, 2005: 3).
Edith Litwin sostiene
que actualmente es posible identificar diferentes usos de las tecnologías:
·
“Uso
y traspaso: Los docentes reconocen que los chicos obtienen información mediante
su exposición a los medios masivos de comunicación. En las prácticas, los
profesores utilizan esa información desde perspectivas diferentes, que dan
lugar a tratamientos muy variados, según el valor que le atribuyan a la
información adquirida: en algunas oportunidades, como puerta de entrada o lugar
de acceso a temáticas diferentes; en otras, porque la instalación de la información
posibilita su análisis o reconstrucción; o bien como puente para establecer conexiones
con otros temas. No se hace necesaria la exposición al medio en la clase sino
que, simplemente, se reconoce la información adquirida a través de él. Es
evidente que esta tecnología no requiere ninguna inversión por parte del
sistema, y su potencia reside en el valor de las estrategias que despliegue el
docente. Persiste una idea de uso y traspaso de la información contenida en los
medios y volcada a los espacios de la clase” (Litwin, 2005:
8-9)
·
“Didáctica
silenciosa y tecnología silenciada: En la escuela media […] hemos reconocido la
potencia que tiene el uso de filmes o videos para colaborar con el desarrollo
de algún tema del curriculum. […] En todos los casos le brindan al docente la
posibilidad de establecer enlaces con otros temas o puntos de vista, y motivan
que los seleccione para su visualización en clase. En general, se trata de
productos comerciales de valor artístico o estético. Constituyen tecnologías
utilizadas, y no creadas, para fines educativos. […] Los docentes asumen
epistemologías prácticas diferentes en torno de los usos de estos materiales audiovisuales.
En algunos casos, sostienen que el material es valioso y, por ende, habría que
“dejarlo hablar”. Se trata de no incorporar propuestas pedagógicas o actividades
que podrían quitar el valor estético de lo visualizado. Hemos denominado
“didáctica silenciosa” al hecho de eliminar las posibles estrategias de
análisis que encaran los docentes cuando esa eliminación parte del reconocimiento
del valor del material. En otros casos, los docentes sostienen que no importan la
información o el tratamiento de ella que el video o el filme contenga, sino las
actividades –tales como el análisis o el debate– que posibilita. Se trata de un
producto o tecnología silenciada en su contenido por el énfasis puesto en las
actividades o estrategias. Nos preguntamos si el ignorar el mensaje de los medios
puede permitir un desarrollo genuino de los procesos de pensar, por más
estrategias innovadoras que se contemplen para ello” (Litwin,
2005: 9).
·
“La
tecnología limita o enmarca, potencia o banaliza la propuesta pedagógica y
didáctica: En los casos en los que las tecnologías pueden incorporarse a las
actividades escolares, los alumnos acuden a ellas para encontrar información y
como parte de las actividades que demanda la escuela para realizar fuera de
ella. Obtener información en la web tiene sus atractivos, dificultades y
riesgos. La cantidad de datos disponibles hace que los alumnos deban asumir criterios
de validación para identificar su fuente, así como criterios de selección para
elegir la información más pertinente. Sin embargo, estos criterios no forman parte
de las enseñanzas de los maestros, aun cuando la accesibilidad de la
información y su notable expansión los tornan necesarios”. (Litwin,
2005: 9).
Hoy en día se puede
reconocer claramente que una de las características de las tecnologías es que
su ritmo de cambio es muy acelerado, para lo cual es necesario adaptarse a los
cambios vertiginosos que se producen en las mismas, pero para esto, los
docentes, deben comprender la importancia de la incorporación de las TICS a la
educación, y todos los beneficios que esto produce.
Es fundamental
reconocer por qué es importante incorporar las tecnologías de la información y
la comunicación a la educación, ya que las prácticas con tecnologías permiten
producir conocimiento mediante trabajos de colaboración y penetran en las
comunidades como modos posibles de producción.
Buckingham destaca que
los estudiantes tienen diferentes estilos de aprendizaje y que la incorporación
de la tecnología a las escuelas puede ayudar a identificarlos y a darles
respuesta.
Desde el momento en que
se comenzaron a implementar las TICS a la educación, hubo grandes expectativas
sobre el cambio y la mejora en la educación, por el simple hecho de integrar
las TICS a la escuela, pero en realidad no ha habido muchos avances hasta el
momento. Coll sostiene que “la capacidad
de transformación y mejora de la educación de las TIC debe entenderse más bien
como un potencial que puede o no hacerse realidad, y hacerse en mayor o menor
medida, en función del contexto en el que estas tecnologías son efectivamente
utilizadas. Son, pues, los contextos de uso, y en el marco de estos contextos
la finalidad que se persigue con la incorporación de las TIC, los que
determinan su capacidad para transformar la enseñanza y mejorar el aprendizaje”
(Coll: 113). En relación con esto, Edith Litwin plantea que “La incorporación de las Tecnologías de la
información y la comunicación en las escuelas dependen, en todos los casos, de
la calidad pedagógica de las propuestas docentes y de la calidad de los
materiales” (Litwin, 2005: 10-11).
Muchas escuelas cuentan
con el equipamiento necesario para trabajar con las nuevas tecnologías dentro
de la escuela, pero a pesar del gran desarrollo tecnológico, hay muchas
instituciones que todavía no tienen la posibilidad de acceder al trabajo con las
mismas.
Hoy en día resulta
necesario que, como docentes y formadores de futuras generaciones, reconozcamos
la importancia que tienen las TICS en la educación, entendiéndolas como
potenciadoras de mejoras en la calidad de la enseñanza y en la mejora del
aprendizaje, pero también resulta fundamental que comprendamos que por el
simple hecho de trabajar en algún momento con una computadora no necesariamente
estamos incluyendo la alfabetización digital en la escuela y el desarrollo de las
TICS en la misma. Resulta necesario repensar las propuestas
pedagógico-didácticas para poder incluir la enseñanza de las TICS al
currículum, ejerciendo buen uso de las mismas y aprovechando las
potencialidades que generan a la hora de construir nuevos aprendizajes.
BIBLIOGRAFÍA:
· - Buckingham, David (2008) “Más allá de la tecnología. Aprendizaje infantil
en la era de la cultura digital”. Editorial Manatial.
· - Coll, César “Los desafíos de las TIC para el cambio educativo”. Editorial
Fundación Santillana.
· - Litwin, Edith (2005) “Tecnologías educativas en tiempos de
Internet”. Amorrortu editores.